viernes, 5 de diciembre de 2008

La palabra justa

Para muchos de nosotros que amamos escribir más allá de nuestro talento, el blog es una excelente descarga de tensiones. Podemos elaborar las historias que queramos sin tener que rendirle cuentas a nadie más que a nuestra conciencia, pero (siempre que las cosas son buenas hay un pero de por medio) la extensión es regla. Hay una verdad más verdadera que el color del cielo o de las nubes y es que el lector promedio de blog, no tolera los escritos largos. Por ende, si queremos trasponer las barreras de la soledad, los escritores debemos atenernos a la brevedad. Pero claro, acá comienza el gran dilema: ¿cómo ser efectivo en las imágenes, cómo recrear todo un ambiente o caracterizar personajes en pocas palabras? Y la respuesta es evidente y dolorosa: eligiendo la palabra justa. ¿Por qué dolorosa se preguntarán ustedes? Porque la palabra justa es diferente en cada caso. No, en serio, es diferente. Para alguien como yo la palabra justa es aquélla que etimológicamente dice lo que quiero expresar, pero para otros, la palabra justa es la que evoca (por semejanza, proximidad fonética o vivencial) la idea que pretendo transmitir. Nos vemos entonces en la disyuntiva de los viejos tiempos: ¿para quién escribimos? Los tiempos modernos nos han privado del lujo de la extensión a cambio de la vida, pero nos han obligado a conocer a la masa informe que se mueve detrás de los circuitos y transita el mundo en haces de luz a riesgo de perder la vida que ofrecen. Será cuestión de desarrollar una nueva erudición donde las palabras brillen cada una y sean impermeables para poder siempre mantener el poder y no perderse en las uniones deliciosas y licenciosas que debilitan su significado individual.

5 comentarios:

Martikka dijo...

Se me borró el anterior comentario!

En resumen, decía que los blogs piden concisión. Pero al igual que se puede disfrutar de un buen asado, también se hace de un canapé. Cada cosa en su lugar y momento.
Saludos!

Red Fish dijo...

Interesante reflexión. ¿Para quien escribimos? ¿Para nosotros o para ellos? Lo primero, diría cualquier valiente adolescente. Sin embargo cuesta creerle. Si así fuera: tus escritos al cajón!

Voy a discrepar un poco, solo un poco con la relación planteada entre la extensión y la palabra justa. ¿Y los relatos extensos repletos de ellas?

De todas formas, muy interesante reflexión.

Le dejo dos "E"s y una "A", sírvalas en las lineas 3, 9 y antepenútlima respectivamente. Ud. sabrá entender.

Sds, rf

Ippolita dijo...

Martikka: No què mal lo del comentario!
Yo estoy de acuerdo, es sòlo que me gusta dilatarme en las cosas placenteras...

Red Fish: No niego que haya relatos largos en la web, pero creo que son los menos leìdos, los menos "atractivos" para el lector promedio, lo cual no quita que haya quien loslea, quien escape raudamente a la media (que a muchos envuelve). Se agradece las marcas que sè entender...

John-D dijo...

Yo creo que los textos largos, si son buenos, no necesitan justificarse por ocupar un espacio relativamente amplio, pues creo que cada persona tiene una idea diferente de lo que es extenso o reducido.

Yo prefiero leer un texto largo que me tenga en vilo, a uno que ya te lo da todo masticado en un corto espacio. Pero todo depende de la calidad, en realidad.

Ippolita dijo...

Claro, John, yo no me refiero a aquellos de nosotros que amamos la literatura, sino a aquellos que leen por recreación puramente. Digamos que quien entra a internet a buscar algo para divertirse un rato en vez de sacar un libro de su cartera, tiene hábitos diferentes de lectura... Al menos de los míos, que leo de todo y de la extensión que sea si, como decís vos, es de buena calidad.